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jueves, 14 de enero de 2010

Juana de Castilla o (Juana la loca)


Quiero hacer honor a uno de mis personajes favoritos de la historia española, opino que siempre se la cuenta como una anécdota de la historia, como aquella reina loca o extravagante, pero opino que la gente se olvida de que la reina conocida como Juana la loca vivió una época muy importante de España y también escribió parte de ella, aunque lo que mas destaca en su biografía sea su pasión enfermiza por Felipe.

Cuenta la tradición que Juana I de Castilla (1479-1555), mas conocida como Juana la Loca, enloqueció de amor, aunque mas que de amor debería decirse de celos. Ella se ganó su apodo a pulso, aunque siempre hubo quien la defendió y acreditó que todo lo que decía era razonable.

En 1496, cuando tenía dieciséis años, Juana se casó con el archiduque Felipe (1478-1506), primogénito del emperador alemán Maximiliano I y de Maria de Borgoña. Hubo que adelantar la boda porque ambos querían meterse en la cama nada mas conocerse el 21 de agosto de 1496. Juana era una convencida humanista que quería suprimir la Inquisición. Al principio a él le gustaba el ardor de ella, pero pronto se acabó cansando y buscó nuevas aventuras. Juana empezó a perder la razón y el flamante marido estaba algo atemorizado por sus excesos. A principios de 1502 aparecieron los primeros síntomas de enfermedad mental.

A pesar de que había sido educada con esmero y era una mujer culta que hablaba cinco idiomas, Juana no estaba destinada a ser reina. Se convirtió en heredera de los reinos de Castilla y Aragón tras la muerte de sus hermanos Juan (1497) e Isabel (1498) y de su sobrino Miguel (1500). Fue reconocida por las Cortes en 1502. Tuvo varios hijos: Leonor (1498), Carlos (1500), Isabel (1501), María (1505) y Catalina (1507). Por vigilar a su marido, que era bastante propenso a la infidelidad, tuvo a su primogénito Carlos en un retrete.

Entre las rarezas de Doña Juana se cuenta que cuando embarcó con Felipe camino de España el 8 de enero de 1506, se negó a subir al barco si en su comitiva había otra mujer. El asunto se zanjó embarcando a las mujeres de la corte a escondidas. La costumbre de los reyes era abstenerse de tener relaciones sexuales cuando el embarazo estaba en sus últimos meses. Las reinas solían disculpar las distracciones que buscaban fuera de casa sus maridos, pero Juana no estaba dispuesta a esto y reprendió a su esposo por no atender sus necesidades en la cama. Juana alternaba períodos de aislamiento con arrebatos inesperados de ira y pasaba noches enteras en vela y días sin comer.

Cuando Felipe murió, el 25 de Septiembre de 1506, del corte de digestión provocado por beber agua helada después de un partido de pelota, la reina hizo que instalaran el cadáver en una dependencia de clausura para que ninguna mujer pudiera verlo.

Cada día visitaba a su esposo y abría el ataúd con la llave que llevaba al cuello. El cadáver estaba mal embalsamado y se fue descomponiendo hasta que quedó una piltrafa humana y un penetrante olor. Finalmente la reina accedió al traslado. Juana paseó por media España el cadáver de su marido para enterrarle en Granada junto a los restos de Isabel la Católica. Embarazada de ocho meses, andaba durante las frías noches de diciembre de 1506 siguiendo el cortejo que transportaba los restos de Felipe. Al cuello, colgada de una cinta negra, seguía llevando la llave que abría el féretro.

De ahí la leyenda de que todavía se la ve vagar con el cadáver de su esposo. Tuvo que pararse en Torquemada por culpa de los dolores del parto, pero no quería colaborar en el nacimiento de su hija porque su padre no iba ya a verla. El desequilibrio de Juana hizo que Fernando asumiera de nuevo el gobierno de Castilla.

En 1509, a los treinta años de edad, Juana de Castilla, hija de Isabel la Católica y Fernando de Aragón, heredera del mayor imperio del mundo, es encerrada en la tenebrosa fortaleza de Tordesillas. Viuda de Felipe el Hermoso, a quien amó con locura, permanecerá cruelmente recluida durante mas de cuarenta y seis años vigilada por su propio hijo, Carlos V. Acudieron a rescatarla los comuneros, que la reclamaban como legítima reina de Castilla, pero como entre sus muchas manías estaba la de no firmar un papel no hubo forma de que autorizara nada. "Loca de amor" es la cautivadora crónica novelada de un período repleto de intrigas, conspiraciones, alianzas y guerras. También es un emocionante retrato psicológico de una mujer martirizada por su familia. Una versión realista y humana de la enigmática archiduquesa condenada a mantenerse al margen de uno de los períodos más intensos de la historia de España.

Gracias por leerme
luismgon

2 comentarios:

  1. Indudablemente se trata de un personaje maltratado por su familia y posteriormente por la historia.

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  2. Indudablemente se trata de un personaje maltratado por su familia y posteriormente por la historia.

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