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lunes, 11 de enero de 2010

El Condestable Don Álvaro de Luna. 2ª Parte


1431: D. Álvaro de Luna se muestra deseoso de entrar en combate con el moro.
Se prepara el ataque a Granada que comienza con la famosa batalla de la Higueruela en la que se derrota al ejército musulmán y se engrandece la figura militar y como estratega de D. Álvaro de Luna. Pudo haberse seguido conquistado Granada, y con ello haberse adelantado su conquista medio siglo, pero Juan II se vio obligado a atender algunos problemas internos surgidos entre los nobles y a regresar a Castilla donde la envidia y el rencor a la persona del Condestable iba en aumento, dados los favores que el propio rey le dispensaba, favores que nunca eran gratuitos sino ganados en buena lid en el campo de batalla en la mayoría de los casos.
Conspiraron algunos nobles contra D. Álvaro tramando incluso su muerte. El Rey hace prisioneros a algunos de ellos por este motivo, aunque después a requerimiento de D. Álvaro, son puestos en libertad.

1432: Nombra D. Álvaro a su hermanastro, Juan de Cerezuela, Arzobispo de Sevilla 1433: Las justas, los juegos, las corridas de toros, las monterías, se daban por doquier en estos años en los que la tregua firmada con Aragón y Navarra había llevado a Castilla a un remanso de paz. 1434: Consigue que su hermanastro sea nombrado arzobispo de Toledo al fallecer el anterior, D. Juan de Contreras. 1435: Nace Juan el hijo de D. Álvaro y Juana Pimentel. El fin de las Treguas de Majano (eran por 5 años) abrió nuevamente el enfrentamiento entre D. Álvaro y los infantes de Aragón, agravado todo ello por la puesta en prisión del adelantado Don Pedro Manrique que después escaparía y formaría un bando rebelde. Se prorrogó un año más el acuerdo.

1438: Juan II concede varios privilegios a D. Álvaro 1439. Se firma el convenio de Castronuño, tratado humillante para la autoridad real que obliga a un nuevo destierro del Condestable (6 meses) retirándose éste a su villa de Sepúlveda el 29 de octubre de 1439, manteniéndose durante todo el tiempo ajeno a todo lo que ocurría en la Corte y desentendiéndose de lo que en los reinos de Navarra y Aragón se tramaba. Quiso aislarse completamente mientras pasaban los 6 meses de su destierro. 1440: Crea el mayorazgo de Cornago y Jubera para su hija natural María de Luna a la que había casado con su primo Juan de Luna, hijo de Juan Hurtado de Mendoza. El rey de Navarra, el Infante Enrique y un buen número de nobles castellanos conspiran con falsas calumnias y acusaciones infundadas contra D. Álvaro, intentando que quede alejado definitivamente de la Corte.

Los enemigos de D. Álvaro comienzan a atacar las posesiones de éste pero son derrotados por el Condestable en varios enfrentamientos. Cornago no fue una excepción. Se habían dado cuenta que no bastaba con adentrase en tierras castellanas, sino que era más doloroso para D. Álvaro que atacasen sus propias posesiones y Cornago estaba entre ellas no lejos de la frontera. En este mismo año Enrique IV se casa con Blanca de Navarra. 1441: Varios nobles conjurados dictan la sentencia de Medina por la que entre otros puntos hay un tercer destierro de D. Álvaro, esta vez por 6 años. Juan de Navarra, conjuntamente con el Infante Enrique, controla todos los movimientos de Castilla nombrando y desnombrando altos cargos con personas de su absoluta confianza. Se incorporaron así a la Corte nuevos miembros afines a los vencedores, si bien al Condestable se le trató en esta ocasión con un tono de velado respeto. Mientras, D. Álvaro trabaja a la sombra.
El rey revocó por su cuenta en 1442 esta decisión aunque D. Álvaro siguió ajeno a los vaivenes de la Corte.

1444: El rey queda retenido en su propia corte por el rey de Navarra. El hijo de Juan II, el príncipe D. Enrique, que ya tenía 19 años solicita ayuda a D. Álvaro y ambos contactan con otros nobles afines. En las riberas del Arlanzón se enfrentan al rey de Navarra al que hacen huir hasta Palencia.
Por otra parte Juan II consigue huir de la custodia a la que le tenía sometido el conde de Castro, uniéndose al ejército de su hijo y el Condestable, consiguiendo así que tanto el Rey de Navarra como el Infante Enrique abandonen Castilla.

1445: Batalla de Olmedo A principios de este año nuevamente se producen incursiones en lugares fronterizos de Castilla por el rey de Navarra y el Infante Enrique llegando incluso a tomar Olmedo. Enterado el Condestable de estos ataques a la corona informa al Rey y deciden en unión del Príncipe y otros nobles castellanos salir hasta Olmedo, llegando a sus murallas. Allí se produjeron infructuosas negociaciones sin llegar a ningún acuerdo, por lo que el enfrentamiento fue evidente con la victoria del rey y su valido el Condestable y la huída en plena noche del rey de Navarra y el Infante Enrique a sus reinos.
El Condestable había resultado herido en un muslo aunque la peor parte se la llevó el Infante Enrique al recibir un tajo de espada en una mano, muriendo días después a causa de la “gangrena” que se le produjo. D. Álvaro, a pesar de la herida, había aguantado en la pelea hasta el final.

Al morir el Infante Enrique, el título de Maestre de Santiago había quedado vacante y Juan II decidió dar tal honor a D. Álvaro en agradecimiento a los servicios prestados durante toda su vida. Se enviaron cartas a los 13 caballeros con potestad para elegir maestre, estando entre estos grandes santiaguistas D. Juan Díaz de Cornago, prior del Monasterio de Uclés, que fue uno de los que apoyó el nombramiento. D. Álvaro era ya el nuevo Maestre de la Orden de Santiago. Durante este año numerosas posesiones que había tenido en Castilla el Infante Enrique pasaron a manos de D. Álvaro. Era, en efecto, el Condestable quien estorbaba a los confederados en aquellos precisos momentos. Su arrojo, capacidad de gobierno y fidelidad al Rey eran cualidades que no podían soportar.

En este mismo año, exactamente el 11 de septiembre, se concede un privilegio a Cornago por parte de Juan II de Castilla por ser lugar de frontera y por haber recibido robos, males y daños…por las tropas navarras….Indudablemente D. Álvaro de Luna tuvo mucho que ver en esta concesión de la que salía beneficiado su señorío. Era un privilegio de exención de tributos (portazgo, peaje…….) en compensación a los servicios prestados y los daños sufridos por ser, como indicado anteriormente, lugar fronterizo y sobre todo por ser lugar perteneciente a D. Álvaro de Luna y por lo tanto enclave ideal para que sus enemigos lo atacaran. Atacando cualquier población atacaban Castilla, pero atacando Cornago atacaban además un señorío propiedad de D. Álvaro. Es decir, le daban donde más le dolía y herían así su orgullo. Cornago consiguió que este privilegio fuese confirmado por Enrique IV en 1457, los Reyes Católicos en 1483, la reina Juana en 1511 y el rey Felipe en 1563.

1446: Se desplaza con su Rey hasta Atienza para expulsar a las fuerzas navarras que se han hecho fuertes en el lugar. Fue un episodio violento y duradero en el que resultó herido el Condestable que fue curado en pleno campo de batalla, incorporándose seguido a la lucha. 1447: Es un año importante en la vida de D. Álvaro pues sin él saberlo podemos decir que aquí se inicia su decadencia. Me explicaré: Juan II (de 42 años) había quedado viudo y al ver que su hijo Enrique IV no podía darle descendencia encargó a D. Álvaro encontrarle esposa y el Condestable consideró casarlo con Dña. Isabel de Portugal (19 años) .
Esta boda tenía además un trasfondo político pues así Castilla se aseguraba el apoyo de Portugal frente a las insidias de los reinos de Navarra y Aragón, constituyendo un golpe de mano muy eficaz. Sin embargo, desde su llegada a la corte Isabel de Portugal siente una enorme animadversión hacia D. Álvaro, producto fundamentalmente de los lazos sentimentales tan fuertes que unían a éste con el Rey, iniciándose aquí una influencia negativa en la persona del Rey hacia el Condestable..
Como dato interesante reflejar que tuvieron dos hijos, la que fue reina de España Isabel la Católica (1451) y Alfonso (1453).

1448: Vuelven los nobles, con la ayuda de Aragón y Navarra, a conspirar contra D. Álvaro. La Reina se une a esta conspiración pero al final se da cuenta que quizás en estos momentos es lo peor que podría hacer ya que su desaparición podría llevar a que los reinos de Navarra y Aragón se apoderasen de Castilla al estar estos reinos incluidos en el grupo de conspiradores. D. Álvaro por su parte celebraba fiestas y agasajaba en todo lo que podía a la joven pareja pues su edad, ya próxima a los 60 años, le hacía pensar en mantenerse alejado de los problemas de la Corte. En este mismo año se tienen noticias de que la ciudad de Cuenca está siendo sitiada por un hijo del rey de Navarra con un importante ejército. Conocida la situación D. Álvaro monta su ejército y se dirige a Cuenca inmediatamente para impedir su toma. Basta decir que antes de llegar a Cuenca sus enemigos levantaron el campamento y se adentraron en tierras del reino de Aragón para evitar el enfrentamiento.

1451: A finales de este año un nuevo levantamiento contra la autoridad real se produce en Palenzuela y allí van el Rey y D. Álvaro con sus ejércitos sitiando la villa, y después de bastante tiempo de acoso y asedio, a finales de enero del año1452, se consigue su rendición.

Gracias por leerme
luismgon

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