VIDEOS

VIDEOS
ENTRADA

lunes, 11 de enero de 2010

Don Juan Pacheco ( Marques de Villena)


Don Juan Pacheco era hijo de Alonso Téllez-Girón, nacido en 1419, tomó el apellido de su madre y llegaría a ser primer Marqués de Villena, Conde de Xiquena, Duque de Escalona, Maestre de Santiago y gran Valido del Rey don Enrique IV de Castilla, que le hizo merced de dichos títulos. Se educó y crió en el Palacio Real, al lado de dicho Monarca cuando era Príncipe.

Hijo de Alfonso Téllez Girón, desde 1440 ya servía al futuro Enrique IV, entonces príncipe de Asturias en calidad de doncel. Desde el comienzo de sus relaciones con el citado príncipe ejerció un gran dominio sobre él. Después de la batalla de Olmedo (1445) obtuvo el título de marqués de Villena, por el triunfo conseguido en dicha batalla sobre los enemigos de Álvaro de Luna. Recibió otros tantos títulos y numerosos señoríos, entre ellos el título de Duque de Escalona.

Hay que destacar la importancia de aquellos días a la famosa Batalla de Olmedo, durante el reinado de Juan II, Álvaro de Luna y distintos nobles, se produjeron una serie de enfrentamientos entre dos bandos nobiliarios. De la otra parte, los Infantes de Aragón y los nobles que los apoyaban. Se sucedían los enfrentamientos y treguas, como las de Majano. La última formada expiraba en febrero de 1445.

Se inicio entonces una guerra de desgaste, y a finales de marzo los Infantes de Aragón entraron en Olmedo, pese a la resistencia ofrecida por la villa. A comienzos de abril, el Rey Juan II instalaba su real en las proximidades. Olmedo se encontraba en poder de Juan II de Navarra mientras que en el real de Olmedo se habían celebrado cuatro días antes cortes que apoyaban a Juan II como rey de Castilla, en detrimento de los Infantes de Aragón, que habían tratado de controlarle.

El título de Marqués de Villena es concedido en 1445 por Enrique IV a Don Juan Pacheco, I Duque de Escalona, I Conde de Xiquena y Gran Maestre de la Orden de Santiago, quien fue acumulando a lo largo de su vida un importante número de títulos y señoríos. El miércoles 19 de mayo de 1445, el príncipe Enrique, futuro Enrique IV de Castilla se acerco imprudentemente a caballo a la muralla de la Villa. Entonces sus defensores salieron en su persecución.

En 1445 la situación política era complicada. Con todo ello pudo formar instituir tres mayorazgos, el primero de los cuales, junto con el título de Villena, se funda a favor de su primogénito Diego López Pacheco. Sin embargo, las actuaciones políticas de padre e hijo durante le final del reinado de Enrique IV y la guerra de sucesión de Castilla, afectaron a la composición de este gran señorío.

Los nobles no aceptaban ni la autoridad del rey ni la de su valido, Don Álvaro de Luna. Surge ahora la figura de Don Juan Pacheco, al que el príncipe heredero Don Enrique nombrará Marqués de Villena, y se convierte en el verdadero árbitro de Castilla. Hereda una gran cantidad de tierras y villas, y su poder estará muy por encima del valido Don Beltrán de la Cueva, y tanto Juan II como su hijo Enrique IV serán meros representantes del trono.

En 1449 el rey Juan II le hace una concesión: los castillos de Chinchilla y Garcimuñoz como compensación de la pérdida de Medellín, con lo que el marqués sale ganando puesto que ambos castillos están estratégicamente mejor situados. Las tropas castellanas atacaron entonces intentando repelerlas y el combate se generalizo. El bando realista se organizo en cuatro batallas. Una dirigida por Iñigo López de Mendoza y el condestable Álvaro de Luna.

Otra con el Conde de Alba al mando. Otra liderada por el príncipe Enrique, con la participación de su mayordomo Juan Pacheco y del Obispo de Cuenca Lope de Barrientos. Y una cuarta dirigida por el maestre de la Orden de Alcántara. El bando de los Infantes de Aragón contaba con el apoyo de nobles familias castellanas, como los Enríquez y los Pimentel. La batalla fue cruenta para su época, pues hubo 22 muertos y numerosos heridos.

Los Infantes de Aragón perdieron el control de Castilla por el que tanto habían luchado. Incluso, de resultas de una herida sufrida en batalla, falleció días después, en Calatayud don Enrique de Aragón el tercer ``infante sin reino.´´ Por su parte, el príncipe Enrique y su favorito Juan Pacheco saldrían fortalecidos de la crisis. Pacheco recibió el Marquesado de Villena y su hermano Pedro Girón el cargo de maestre de la Orden de Calatrava. En estos momentos Don Juan Pacheco construye una nueva fortaleza en Garcimuñoz, sobre la antigua de yeso, cuya traza se conserva actualmente.

Don Juan se puso a la cabeza de la oposición a la subida al trono de Isabel la Católica, junto al arzobispo de Toledo y Don Alfonso Carrillo, frente a los Mendoza. En esta guerra juegan un papel importante las villas de Belmonte, Alarcón y Garcimuñoz, que eran el último reducto del marquesado de Villena. Iñigo de Mendoza recibiría el titulo de Marques de Santillana. Álvaro de Luna en principio favorecido, pero pronto perdería su poder. En recuerdo de la batalla se levanto allí una ermita, con el nombre de Sancti Spiritus de Batalla.

Se casó con Juana de Luna en 1425, anulándose posteriormente dicho matrimonio. Fue Maestre de Santiago y hermano de Pedro Girón. Favorito de Enrique IV, rey de Castilla.

Casó tres veces. La primera , con doña Juana de Luna, llamada “Angelina”, prima hermana del Condestable don Álvaro de Luna e hija legítima de Fray Rodrigo de Luna, Gran Castellán de Amposta y primera dignidad de la Orden de San Juan de Jerusalén en Aragón, habida con Angelina Cerrialda.

Los primeros desposorios se efectuaron en Toledo, el 27 de Septiembre de 1435 (cuando Juan Pacheco sólo tenía catorce o quince años de edad) por iniciativa y presión del propio don Álvaro de Luna, y contra la validez de esta unión reclamó repetidamente el esposo, hasta que ganó sentencia del Vicario General de la Diócesis de Segovia, Diego Sánchez de Rivas, en 13 de Febrero de 1442, por la cual se declaró la nulidad de aquel matrimonio celebrado sin la voluntad del contrayente y con manifiesta violencia por parte del famoso Condestable y poderoso valido del rey don Juan II.

Entonces, en el mismo año de 1442, pasó Juan Pacheco a contraer segundas nupcias, cuando todavía no era Marqués de Villena, con doña María Portocarrero, última de la ilustre familia de Portocarrero y una de las más ricas herederas de Castilla y Señora de Moguer y de Villanueva del Fresno (hija de Pedro Portocarrero, cabeza y pariente mayor de toda la casa de Portocarrero en Castilla y Portugal, y de su mujer doña Beatriz Enríquez, hija, a su vez, de Alonso Enríquez, Señor de Medina de Rioseco y Almirante de Castilla). Viudo de doña María, volvió a casar Juan Pacheco, por tercera vez, en la villa de Peñafiel (Valladolid) el año de 1472, con doña María de Velasco (hija de Pedro Fernández de Velasco, segundo Conde de Haro y sexto Condestable de Castilla, y de su mujer doña Mencía de Mendoza, hermana del primer Duque del Infantado).

Del segundo matrimonio de Juan Pacheco con doña María Portocarrero nacieron varios hijos. Los tres primeros varones fueron los continuadores de las tres famosas ramas feudales “Pacheco”, “Portocarrero” y “Girón”, en los cuales instituyó don Juan tres mayorazgos. Y como dividió entre ellos sus estados, se dividieron también los apellidos en dichos tres hermanos, llamándose: Diego López Pacheco (segundo del nombre, heredero del primer mayorazgo), Pedro Portocarrero (heredado con el segundo mayorazgo) y Alonso Téllez Girón (apellidado así como poseedor del tercer mayorazgo instituido por su padre, que imponía el apellido “Girón” en memoria de su abuela paterna doña Teresa Téllez Girón, y también el de “Pacheco”, pero alternándolos en los sucesores de este mayorazgo, por lo que uno tenía que llamarse Alonso Téllez Girón y otro Juan Pacheco, y así sucesivamente. Del enlace de don Juan Pacheco con doña María Portocarrero nacieron catorce hijos.

Hijo de Alfonso Téllez Girón, desde 1440 ya servía al futuro Enrique IV, entonces príncipe de Asturias en calidad de doncel. Desde el comienzo de sus relaciones con el citado príncipe ejerció un gran dominio sobre él. Después de la batalla de Olmedo (1445) obtuvo el título de marqués de Villena, por el triunfo conseguido en dicha batalla sobre los enemigos de Álvaro de Luna. Recibió otros tantos títulos y numerosos señoríos, entre ellos el título de Duque de Escalona.

Hay que destacar la importancia de aquellos días a la famosa Batalla de Olmedo, durante el reinado de Juan II, Álvaro de Luna y distintos nobles, se produjeron una serie de enfrentamientos entre dos bandos nobiliarios. De la otra parte, los Infantes de Aragón y los nobles que los apoyaban. Se sucedían los enfrentamientos y treguas, como las de Majano. La última formada expiraba en febrero de 1445.

Se inicio entonces una guerra de desgaste, y a finales de marzo los Infantes de Aragón entraron en Olmedo, pese a la resistencia ofrecida por la villa. A comienzos de abril, el Rey Juan II instalaba su real en las proximidades. Olmedo se encontraba en poder de Juan II de Navarra mientras que en el real de Olmedo se habían celebrado cuatro días antes cortes que apoyaban a Juan II como rey de Castilla, en detrimento de los Infantes de Aragón, que habían tratado de controlarle.

El título de Marqués de Villena es concedido en 1445 por Enrique IV a Don Juan Pacheco, I Duque de Escalona, I Conde de Xiquena y Gran Maestre de la Orden de Santiago, quien fue acumulando a lo largo de su vida un importante número de títulos y señoríos. El miércoles 19 de mayo de 1445, el príncipe Enrique, futuro Enrique IV de Castilla se acerco imprudentemente a caballo a la muralla de la Villa. Entonces sus defensores salieron en su persecución.

En 1445 la situación política era complicada. Con todo ello pudo formar instituir tres mayorazgos, el primero de los cuales, junto con el título de Villena, se funda a favor de su primogénito Diego López Pacheco. Sin embargo, las actuaciones políticas de padre e hijo durante le final del reinado de Enrique IV y la guerra de sucesión de Castilla, afectaron a la composición de este gran señorío.

Los nobles no aceptaban ni la autoridad del rey ni la de su valido, Don Álvaro de Luna. Surge ahora la figura de Don Juan Pacheco, al que el príncipe heredero Don Enrique nombrará Marqués de Villena, y se convierte en el verdadero árbitro de Castilla. Hereda una gran cantidad de tierras y villas, y su poder estará muy por encima del valido Don Beltrán de la Cueva, y tanto Juan II como su hijo Enrique IV serán meros representantes del trono.

En 1449 el rey Juan II le hace una concesión: los castillos de Chinchilla y Garcimuñoz como compensación de la pérdida de Medellín, con lo que el marqués sale ganando puesto que ambos castillos están estratégicamente mejor situados. Las tropas castellanas atacaron entonces intentando repelerlas y el combate se generalizo. El bando realista se organizo en cuatro batallas. Una dirigida por Iñigo López de Mendoza y el condestable Álvaro de Luna.

Otra con el Conde de Alba al mando. Otra liderada por el príncipe Enrique, con la participación de su mayordomo Juan Pacheco y del Obispo de Cuenca Lope de Barrientos. Y una cuarta dirigida por el maestre de la Orden de Alcántara. El bando de los Infantes de Aragón contaba con el apoyo de nobles familias castellanas, como los Enríquez y los Pimentel. La batalla fue cruenta para su época, pues hubo 22 muertos y numerosos heridos.

Los Infantes de Aragón perdieron el control de Castilla por el que tanto habían luchado. Incluso, de resultas de una herida sufrida en batalla, falleció días después, en Calatayud don Enrique de Aragón el tercer ``infante sin reino.´´ Por su parte, el príncipe Enrique y su favorito Juan Pacheco saldrían fortalecidos de la crisis. Pacheco recibió el Marquesado de Villena y su hermano Pedro Girón el cargo de maestre de la Orden de Calatrava. En estos momentos Don Juan Pacheco construye una nueva fortaleza en Garcimuñoz, sobre la antigua de yeso, cuya traza se conserva actualmente.

Don Juan se puso a la cabeza de la oposición a la subida al trono de Isabel la Católica, junto al arzobispo de Toledo y Don Alfonso Carrillo, frente a los Mendoza. En esta guerra juegan un papel importante las villas de Belmonte, Alarcón y Garcimuñoz, que eran el último reducto del marquesado de Villena. Iñigo de Mendoza recibiría el titulo de Marques de Santillana. Álvaro de Luna en principio favorecido, pero pronto perdería su poder. En recuerdo de la batalla se levanto allí una ermita, con el nombre de Sancti Spiritus de Batalla.

Don Juan Pacheco es considerado como uno de los personajes más intrigantes del reinado de Enrique IV. Fomentó secretamente la liga de Tudela (1460) formada por Juan II de Aragón y diversos magnates castellanos contra Enrique IV, a la par que reveló a éste la conjura, y en última instancia participó en la entrevista de Bidasoa (1463) que zanjó las diferencias entre ambos reinos. Una desavenencia con Enrique IV, que no le concede el maestrazgo de Santiago, le puso al frente de una amplia coalicción nobiliaria (Liga de Burgos -sept. 1464), imponiendo al monarca ese mismo año los humillantes Pactos de Cabezón, por los cuales fue jurado heredero el príncipe Alfonso, hermano de Enrique IV, y participó en la farsa de Ávila (1465). Congraciado secretamente con el rey, tras la desaprovechada victoria real de Olmedo (Agosto,1467) y la inesperada muerte de Alfonso (julio de1468), fue el artífice de la Concordia de los Toros de Guisando (18 de Septiembre de 1468), por la que Enrique IV reconocía como heredera del reino a su hermana Isabel, en lugar de su hija Juana (La Beltraneja). Estos favores le hicieron "acreedor" del maestrazgo de Santiago. Poco antes de morir se opondría al matrimonio de Isabel con Fernando de Aragón y se pasó al bando de la Beltraneja.

Puesto don Juan Pacheco, al servicio del Infante don Enrique, cuando aún era príncipe de Asturias supo ganarse su voluntad y desde 1440 fomentó las intrigas del príncipe contra su padre Juan II y su valido (Álvaro de Luna). Aunque intervino en la sublevación de 1441 y en el segundo destierro del condestable, buscando su provecho, se pasó al bando de la monarquía en la batalla de Olmedo (1445), por lo que Juan II le concedió el marquesado de Villena, que incluía la villa y castillo de Medellín, por los muchos servicios prestados a la corona, y no era el menor, la destreza, ingenio y saber hacer que desempeñaba ejerciendo como doncel del príncipe D. Enrique. A partir de 1449 volvió a luchar contra Álvaro de Luna hasta conseguir su ejecución (1453).

Gracias por leerme
luismgon

No hay comentarios:

Publicar un comentario